La segunda parte es más sustanciosa y no debemos dejar de leerla si queremos entender bien la novela y al personaje central. Nos sitúa en la escena de alianzas y conflictos en que se desenvuelve el mundo de ese momento. Escena en la que juega un papel hegemónico el imperio británico de la Reina Victoria, situada en un momento de convulsión en Europa por las primeras revoluciones de lo que, a partir de esta época, constituiría un marco global de conflictos sociales. La brecha no son las fronteras que separan a las naciones o a los imperios, sino la brecha social, la que dentro de cada uno de los países separa a las clases sociales propias de la revolución industrial: capitalistas y obreros. Ésta es la cosmovisión de los trabajos de Marx, que tanta transcendencia tuvieron posteriormente. Es un momento entre la Comuna de París y las revoluciones obreras europeas, las de Alemania y Rusia principalmente, pero que se reproducen en el resto de Europa. Marx toma como referencia la revolución española de 1854, como un momento de crisis, un punto de inflexión, en la marcha iniciada por lo que él llama el “18 Brumario de Luís Bonaparte”, con cuyo lema escribe el libro de ese título a continuación, en un momento de represión de los movimientos emergentes y una vuelta a la política de las potencias. Y de cómo los imperios, y sus aparatos estatales, ejércitos, diplomacia,.. utilizan las revoluciones populares como unos elementos más de sus estrategias.
Con este motivo, el de las crisis y revueltas de 1854,
escribe una serie de artículos y crónicas en el New York Daily Tribune, sobre
la revolución española. Artículos que han sido compilados por diversas
editoriales en distintas ediciones con el nombre de Revolución en España.
En él se observa el decisivo
papel que juega nuestro personaje John Caradoc, segundo barón Howden, es el
brazo ejecutor de la política del Imperio Victoriano en la España de Isabel II,
en esa revolución. De hecho Marx sugiere que es él quien provoca y gobierna
esta crisis, quien maneja esta revolución y a los personajes de la política
española: Narváez, O’Donell, Sartorius, Espartero y a la propia reina. Y por
extensión, dado que el punto de equilibrio en Europa y en el Nuevo Mundo, es la
política española, con sus maniobras e intrigas constituye un factor decisivo
en la estrategia global de su imperio, el principal de la época, con
repercusión en la política global y en la configuración del mundo.
En este capítulo podemos
comprender al personaje, algunos de sus rasgos, más allá de lo ya visto en el
capítulo del bloqueo del estuario del Plata y de Buenos Aires. Y estar más en
condiciones de comprender lo que después va a suceder en su odisea vital en
Murcia, y el papel de Joaquina Plana.
Hay que destacar la importancia
en este trabajo, además de los documentos propios, de los utilizados, y de los
artículos elaborados por Marx, que han sido recopilados como veremos con
distintas orientaciones y fidelidad a los originales, que son los que
principalmente hemos utilizado, hemos utilizado otros importantísimos trabajos
que nos dan idea del alcance de estos hechos.
Podemos citar como esenciales la
correspondencia (Benson and Esher, 1908) que la reina Victoria sostiene en esta
época con distintos personajes y líderes mundiales sobre Caradoc, la reina
Isabel II y los hechos de España. También el trabajo de Isabel Burdiel (2011).
Seguramente la mejor investigación sobre el papel y la influencia de la reina
Isabel y su personaje desde una óptica estrictamente científica, y sobre todo
el trabajo igualmente riguroso de Gemma Alonso Torres (1995) Las relaciones Hispano-Británicas durante el
reinado de Isabel II, sobre el origen y devenir de la deuda española
a los tenedores británicos en la época de Isabel II, antes de 1854. Que
constituye una contraposición desde el campo de la ciencia histórica a los
artículos de Marx.
El 16 de agosto de 1854, cuando
se desarrolla este capítulo, Marx tiene 36 años[1]
, vive en Londres [2] desde
que fue expulsado de Bélgica. Sus ingresos provienen en parte de los artículos
que escribe como corresponsal en Europa para el
New York Daily Tribune.
Con reformas estructurales y adecuada a las demandas arquitectónicas de hoy, se conserva lo que fue su vivienda en el segundo piso del 26 de Dean Street, en pleno Soho.
Diversos testimonios aseguran que es una pieza de dos habitaciones compartida por el matrimonio, la criada y un número que no hemos podido establecer de hijos. Obviamente no era el mejor lugar para el trabajo intelectual. Si hoy pasamos por allí, los circuitos turísticos lo hacen, podemos ver desde la calle, como en la foto del viewer de Google Maps, la placa en la pared. Está sobre lo que hoy es el restaurante Quo Vadis.
En el portal de al lado, el número
28 de Dean St, vivía su amigo, coautor de numerosos trabajos con él y sobre
todo mecenas, Federico Engels.
(...)
II
El contexto del episodio que
relatamos en este capítulo, la época de Isabel II y las relaciones del Reino de
España con el Reino Unido de Gran Bretaña, la participación de los personajes y
los eventos son tratados en profundidad y detalle por una especialista como es
Gemma Alonso Torres (1995) en su trabajo Las relaciones Hispano-Británicas durante el
reinado de Isabel II, y permiten contrastar la realidad expuesta y analizada
con carácter científico por esta autora y el ajuste a la epistemología para uso
en un contexto ideologizado que hace Marx.
Se trata, como hemos dicho, de la
revolución española de 1854 en el contexto de la política de las potencias y de
los movimientos revolucionarios en Europa tras la Comuna de París, y de la
deuda española con el Reino Unido de la Gran Bretaña en el reinado de Isabel II
a caballo de los gobiernos de Narváez y de Espartero.
Particularmente hay un tema que
es el de la deuda del gobierno español con tenedores de bonos de la deuda
británicos en cuya resolución intervino Howden intensamente. Los gobiernos españoles
sucesivos son renuentes en satisfacer la deuda y es entonces cuando interviene Caradoc. Esto puede tener que ver
con las relaciones entre él y Espartero, Narváez, etc. Esto puede influir en la
expatriación en Londres de Narváez, pero sobre todo pone de manifiesto el
importante papel jugado en este tema de la deuda del gobierno de España en el
que toma un papel muy fuerte el gobierno inglés apoyando a los titulares de la
deuda. Este tema es tratado por Alonso (1995) desde la página 86 en adelante,
pero particularmente lo que tiene que ver con Howden es tratado básicamente desde
la página 96 a la 99 en varios puntos.
(...)
(...)
Éste trabajo (Marx, 1854c y Marx & Engels, 2010) es sin duda el más fidedigno
de los documentos que he encontrado, si bien el que tiene quizá un carácter más
entrañable es el adaptado por Sacristán y publicado por Ariel en España en
1960. Fue donde conocí la obra allá por los años setenta: MARX & ENGELS. COLLECTED WORKS. VOLUME 13. Marx and Engels 1854-55
Es el volumen 13 de las obras de Karl Marx y Frederick Engels, publicado
por Lawrence & Wishart en 2010.
La comisión editorial estuvo formada por
GREAT BRITAIN: Jack Cohen, Maurice Cornforth, Maurice Dobb, E. J.
Hobsbawm, James Klugmann, Margaret Mynatt.
USA: James S. Allen, Philip S. Foner, Dirk J. Struik, William W.
Weinstone.
USSR: N. P. Karmanova, V. N. Pavlov, M. K. Shcheglova, T. Y. Solovyova,
Y. V. Yeremin, P. N. Fedoseyev, L. I. Golman, A. I. Malysh, A. G. Yegorov, V.
Y. Zevin.
(...)
Pero ahora nos vamos a centrar en
cómo enfoca Marx el tema de los bonos y sobre todo con interpreta y
contextualiza en el escena mundial estos hechos y otros que él plantea relacionados
en el contexto de la revolución de 1854.
Empezamos por lo aparece recogido
en la edición del libro publicado por Editorial Progreso (Marx, 1854b).
Recordemos que este artículo es el que, en el capítulo 7, Marx ha enviado esa
mañana. Utilizamos la versión de la Editorial Progreso de este artículo
recogido junto con otros en la obra de Marx titulada Revolución en España, que
después publicó en los años setenta la Editorial Ariel como hemos visto.
Después veremos las versiones originales.
Así en Marx (1854b), La
revolución en España, Artículos[8] . Ediciones
Progreso, Moscú, 1978, se dice
Mientras Rusia anda ahora intrigando en la
península por conducto de Inglaterra, hace al mismo tiempo a Francia denuncias
contra Inglaterra. Así, leemos en la Nueva Gaceta de Prusia que Inglaterra ha
tramado la revolución española a espaldas de Francia.
¿Qué interés tiene Rusia en fomentar conmociones en
España? Desencadenar en Occidente sucesos que distraigan la atención, provocar
disensiones entre Francia e Inglaterra y, finalmente, inducir a Francia a una
intervención. Los periódicos anglo-rusos nos dicen ya que las barricadas de
Madrid han sido levantadas por insurrectos franceses de junio. Lo mismo se dijo
a Carlos X en el Congreso de Verona.
"El precedente sentado por el ejército español
fue seguido por Portugal, propagándose a Nápoles, extendiéndose al Piamonte y
mostrando en todas partes el peligroso ejemplo de la intervención de los
ejércitos en la implantación de reformas y en la imposición, por la fuerza de
las armas, de leyes a sus países. Inmediatamente después de acaecida la
sublevación de Piamonte, surgieron movimientos encaminados al mismo fin en Lyon
y en otros puntos de Francia. Hubo la conspiración de Berton en la Rochelle, en
la que tomaron parte veinticinco soldados del regimiento número 45. La España
revolucionaria transmitió a Francia sus abominables elementos de discordia y
ambas coligaron sus facciones democráticas contra el sistema monárquico".
¿Decimos nosotros que la revolución española ha
sido obra de los ingleses y los rusos? En modo alguno_ Rusia no hace sino
apoyar los movimientos facciosos cuando sabe que hay una crisis revolucionaria
próxima. Sin embargo, el verdadero movimiento popular, que empieza después,
resulta siempre tan contrario a las intrigas de Rusia como a la gestión
opresora de su Gobierno. Tal sucedió en Valaquia en 1848. Tal ha sucedido en
España en 1854.
La pérfida conducta
de Inglaterra se manifiesta plenamente en la de su embajador en Madrid, lord
Howden. Antes de partir de Inglaterra para reintegrarse a su puesto, reunió a
los poseedores de valores españoles y los exhortó a reclamar del Gobierno el
pago de los intereses devengados y, en caso de negativa, a declarar que no
concederían créditos a los comerciantes españoles. De este modo preparó
dificultades al nuevo Gobierno. En cuanto llegó a Madrid, hizo su aportación a
la colecta en pro de las familias desamparadas de los caídos en las barricadas.
De éste modo se ganó el aplauso del pueblo español.
Para seguir leyendo
El libro
Joaquina Plana, Lord Howden y la Torre Caradoc de Murcia
está disponible en Amazon, se distribuye en Internet y en librerías. A partir de ahora, para cumplir con las exigencias de Amazon sólo publicaré en este blog, y en los demás de este proyecto, aquellos fragmentos más interesantes que no rebasen la extensión exigida.
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