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Josefa Montenegro

En el primer capítulo de la segunda parte de Caradoc se abordan varios hechos y varias tramas. Uno de ellos es el conflicto que existen entre las ideas y las prácticas sociales en una época de cambio y de crisis, entre el viejo régimen estamentalista, feudal y en algunos caso ilustrado, y el nuevo mundo de las ideas liberales y de la economía regida por principios de eficiencia en la producción, en la circulación de personas y mercancías, y por supuesto en la obtención de beneficios, todo ello atendiendo a ideas racionales. En ese mundo cambiante “el mal y el bien –decimos− están delimitados por una fina y volátil línea. Es un límite que cambia con las personas, las circunstancias y los tiempos. Para muchos, lo que está a ambos lados de esa fina frontera carece de la relevancia suficiente como para marcar de forma clara sus posiciones, es el terreno de la indeterminación y de la coartada, donde casi todo se puede justificar según venga la mano de la partida que se juegue en ese momento. Sin embargo, es en esa zona donde se dirimen los verdaderos conflictos humanos y sociales, los de más dramáticas y de peores consecuencias.”


En este capítulo se desarrollan acciones y caracteres personales que constituyen ejemplificaciones de esa situación. Sus protagonistas encarnan esos conflictos morales. Una es una mujer que la crónica y la historiografía presentan como un personaje perverso en extremo según las convenciones, no sólo al uso de la época sino incluso según criterios que la transcienden. Se podría considerar pues un ejemplo de vicio, de maldad y de depravación en cualquier época. Sin embargo, no sólo ella misma y sus más próximos, sino la sociedad y la historia han considerado, en buena parte, su obra, ya que no a su persona, loable y ejemplar. Y así está atestiguado por muchos y escrito en documentos y en relatos que reseñamos. Se trata de Josefa Montenegro.
(...) 

Tenemos muchas referencias y mucha documentación sobre este interesantísimo y poco conocido personaje de la Historia de España. Pero hasta el momento no conocemos cuales fueron la fecha y el lugar de nacimiento. Tampoco tenemos ningún documento gráfico sobre ella... más allá de la
descripción extremadamente plástica, pero textual, de Don Benito Pérez Galdós en Memorias de  un cortesano de 1815.

Para que sea compatible con los hechos y con la trama de la novela hemos supuesto que nació en 1.793, y seguro que no sería muy errada la fecha. De esta forma tendría la suficiente madurez para iniciar sexualmente a Fernando VII y para aún poder tener relaciones amatorias con Caradoc, que tendría seis años menos que ella.

Hemos obtenido muy diversas fuentes para este personaje, tanto en documentos académicos y de investigación historiográfica como en otros menos formales. Con todo ello es con lo que hemos conformado en lo que hemos podido el perfil personal de Josefa Montenegro. Tarea nada fácil porque ha habido que confrontar en muchos casos perspectivas diferentes y alejadas. Tal parece que estuviésemos en presencia de dos personajes. De hecho esa impresión es la que me ha llevado a dividir este capítulo en dos partes.

El primer y el que consideramos el más importante documento, tanto sobre ella como sobre el duque de Infantado es el artículo en la revista En la España medieval de la Universidad Complutense El XIII Duque del Infantado, un aristócrata en la crisis del antiguo régimen. [1] . de Adolfo Carrasco Martínez (2006).

En esta interesantísima obra de Adolfo Carrasco Martínez (2006) podemos encontrar descrita de  una forma sencilla pero plástica dos cosas: La última fase de la vida de Pedro Alcántara de Toledo,  Duque del Infantado, casi una larga agonía en la que es secuestrado en Madrid primero y luego y sobre todo en parís por Montenegro y por el médico José Vieta, a ello dedica el capítulo sexto y último. Ello es suficiente para describir un perfil personal, el de Pepa la Malagueña, su capacidad para urdir una intriga colosal que le va a proporcionar una fortuna y una relevancia enorme en esa parte del siglo XIX. Capacidad que se sobrepone por la de Infantado un peso pesado en la Historia de España por su papel a los largo del reinada de Alfonso VII, y antes, como puntal de la política conservadora (seria) en esa época y su influencia en la marcha del país. Este documento igualmente nos permite penetrar en la psicología del personaje.

Pero también nos permite conocer a esta mujer su decisión para conseguir lo que se propone a los máximos niveles.

Comentarios

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